Las solicitudes de formación tecnológica de postgrado triplican el presupuesto del gobierno

By UGT admin on 16/10/2017 in Opinión, Regulación

El pasado mes de marzo, el Ministerio de Agenda Digital publicó la convocatoria de ayudas para centros de formación que realizasen cursos dirigidos a licenciados o graduados para mejorar su capacitación tecnológica mediante formación de postgrado[1].

Este programa, denominado “Profesionales Digitales Formación Postgrado”, contaba con un presupuesto de 2.000.000 de euros, con un importe máximo de 200.000€ por centro formativo y financiaba materias como el comercio electrónico; marketing digital y comunicación online; los videojuegos, animación y efectos especiales; programación en tecnologías web y móviles; cloud computing; big data; Internet de las cosas (IoT); industria 4.0; ciudades inteligentes; usabilidad y experiencia de usuario; metodologías de innovación aplicadas a la transformación digital y el emprendimiento; ciberseguridad y realidad virtual y aumentada. El vehículo elegido para la gestión de estas ayudas era la entidad pública Red.es, dependiente de dicho Ministerio y se financiaba con recursos del Fondo Social Europeo (FSE, con cargo al Programa Operativo Empleo, Formación y Educación).

La iniciativa buscaba “aumentar la formación en programas de economía digital para cubrir el desequilibrio existente entre la demanda y oferta de profesionales de estas características. Por ello, por un lado, mejorará la adaptación de las personas a las demandas del mercado laboral -derivadas de las innovaciones en tecnologías de la información y la comunicación- y, por otro se tratará de fomentar el emprendimiento de base tecnológica”.

Una vez acabado el plazo, Red.es informaba de que se habían recibido peticiones por casi 7 millones de euros (en concreto, 6,8 millones). Es decir, más del triple de lo presupuestado. El Ministerio, haciendo caso omiso de este abrumador interés, se limitó a decir en una nota que “los dos millones euros previstos se distribuirán entre todas las instituciones que lo han solicitado, siempre que cumplan con los requisitos requeridos[2]”.

Es decir, nada de revisar, ampliar o mejorar la convocatoria y su financiación. Sin reflejos, sin músculo para atender las necesidades de las universidades y de los ciudadanos para mejorar sus competencias digitales.

Y esto ocurre mientras existe un consenso unánime sobre la necesidad de mejorar las habilidades tecnológicas de nuestra población, entre las más deficientes de Europa. Recordemos que hace escasos meses, UGT, CCOO y AMETIC aprobaron un Manifiesto por el Talento Digital en donde afirmábamos que el “desarrollo de la digitalización requiere que todos los agentes involucrados sean más proactivos para liderar el cambio y, sobre todo, la Administración, que debe jugar un papel de impulsor, regulador y equilibrador del desarrollo del proceso[3]”. Por ahora, parece que no han recibido o entendido el mensaje.

Pero es que además de ser un presupuesto claramente insuficiente y que no atiende las demandas de universidades y mercado de trabajo, se focaliza en un segmento muy restringido de personas, que sin duda son necesarias para mejorar la Sociedad de la Información, pero quizás no las más necesitadas de formación. Por poner uno entre los muchos ejemplos que podríamos exponer, existen parados de larga duración sin conocimientos en TIC, imprescindibles para mejorar su empleabilidad. Para ellos no existen alternativas, como para otros muchos.

Y hablando ya de nuestro Sector, tampoco podemos olvidar que, por poner un último ejemplo, Francia invertirá 3 millones de euros para formar a personas en fibra óptica, que crearán 20.000 puestos de trabajo.

Huelga hacer más comentarios, los datos son los que son y las consecuencias ya las estamos sufriendo, aunque posiblemente las veamos más adelante, cuando los países que nos rodean mejoren su economía y su bienestar social, o soporten mejor las crisis económicas, mientras España sigue anclada en un pasado analógico.