La nefasta reforma laboral del actual gobierno, realizada como ofrenda al neoliberalismo europeo, y contestada por UGT tanto con la convocatoria de dos huelgas generales como desde iniciativas parlamentarias y conflictos colectivos, va siendo arrinconada en su ejecución por los tribunales sociales, gracias a nuestras continuas demandas contra su errática redacción y la injusticia manifiesta de buena parte de su articulado.